PETROGLIFOS ES UN POEMARIO EDITADO POR BAILE DEL SOL.

lunes, 20 de octubre de 2014

PRESENTACIÓN DE PETROGLIFOS EN TARRAGONA



La presentación de Petroglifos en Tarragona será el próximo 28 de Noviembre a las 20 horas en la Librería La Capona, Calle Gasòmetre 41-43 de Tarragona.
Presentarán Manuel Rivera Moral, escritor y editor de la Editorial Silva y Jaume Palau i Banús, escritor.




La foto es de la poeta Raquel Zarazaga tras recibir un ejemplar de Petroglifos.

sábado, 6 de septiembre de 2014

ELENA CASERO RESEÑA PETROGLIFOS

Petroglifos es el poemario que Luis Vea ha escrito y publicado en la editorial Baile del Sol.

Veintidós poemas divididos en cuatro secciones:

VOLCÁN, LATENTE, ALMA DE BATRACIO Y PETROGLIFOS


Harto de cabalgar realidades,
intuir pasados,
sorprenderme por pasajes extraños.

Retornar.

Y encontrar mi historia,
Nuestra historia.

Una

Un libro de retorno al origen, lleno de paisajes interiores, de memoria.

Poemas llenos de islas, de volcanes, de mar, de cenizas y de piedras. Historia, descripción de su relación con las Islas Canarias y sus elementos.





Son poemas muy concretos, con un vocabulario conciso, buscando el término justo para que en nuestra mente se abra todo un paisaje.

Poemas simbólicos que nos llevan al origen de la vida. 

¡Trastabilla mar adentro!
Estrecha el alma al mar,
-carne envuelta en velo de carne-
Líquido materno que te precede.


Vocablos con ecos de las islas y añoranza del océano Atlántico.

Y si salas tu carne
Con agua del Atlántico,
Quemas la sabia que es el volcán
Y dejas que el cuerpo, convertido en jable,
Caiga como fina lluvia
Sobre Punta Fariones,
En un alba rosada
Mientras tu corazón late
Eternamente entre islas
Y enchumbado de aguas
Que se reencuentran,
Cicatrizarán tus heridas

Un libro de poemas emocionante y emotivo. De lectura pausada. Hermoso.

martes, 5 de agosto de 2014

TEXTO DE LA PRESENTACIÓN EN MADRID POR RUBÉN ROMERO SÁNCHEZ



Casi siempre me da igual lo que quiera decir un poeta. Leo sus palabras y, si me turban, si me agarran del cuello como se aferraría un ahorcado a su soga, las hago mías y las doto del sentido que yo quiero o que necesitan para mí. ¿Decís que el poeta hablaba de la lucha de clases en aquel poema? Para mí hablaba de amor. ¿Que es la soledad como condena el tema de aquel otro? Para mi su tema era el perdón. Así entiendo la poesía, una conversación entre poeta y autor en la que ninguno presta atención al otro pero aún así todo tiene sentido. Y da igual lo que diga el crítico. Un poema dice lo que quiere el lector que diga.



Para mí, Luis Vea, que presenta un complejo, rico y perturbador poemario en esta tarde de primavera inquieta, habla del anhelo de libertad del ser humano; del pasado personal como manera de estar en el mundo; de la vanidad de todas las cosas, que son perdurables como las huellas que borra la marea; de la búsqueda de uno mismo, de nuestra esencia.


En mi lectura el poeta se transubstancia en el Juan Ramón más reflexivo, capaz del romanticismo más arrebatado (“en tus pupilas veo naufragar al océano) como del misticismo solidario en los desheredados (“declaro desierta la infancia”). El poeta comprende el mar antitéticamente a como lo hacía nuestro querido Manrique: si para éste es el final del trayecto, para el poeta de Petroglifos, el mar es el “líquido materno” al que se encamina en una suerte de homérico caminar entre los vestigios de un pasado que no se volverá a recuperar y un futuro incierto y no imaginado. Para ello utiliza versos que ojalá hubiera escrito yo:


“Intento calmar la locura

pero adolezco de puentes

desde donde suicidarme”



Y utiliza, también, imágenes que, en su pretensión plàstica, evocan un mundo de formas nuevas en el que el hombre, como en el Génesis, da nombre a todo por primera vez, incluso al acto de nombrar, y lo inscribe en piedra con su propia mano, piedra que fosilizará su historia para que nunca la olvide.


La vida es una continua despedida; de nuestros “amores varados”, como dice el poeta, o de nuestra inocencia (“declaro desierta la infancia”, se me repiete como un eco de desolación). Pero existe la esperanza. A través de las “islas a la deriva” que escribió Hemingway que éramos en su novela póstuma, podemos encontrar el mar, y nuestros pies cansados de la piedra y la ceniza podrán refrescarse.


Petroglifos me ha removido por dentro y, como todo buen libro, me descubre cosas en cada lectura. Ahora sólo queda continuar el viaje, como dice Luis Vea, continuar y “zarpar hacia el mar”.


Rubén Romero Sánchez

miércoles, 30 de julio de 2014

MARÍA DOLORES GARCÍA PASTOR RESEÑA PETROGLIFOS EN LA TORMENTA EN UN VASO





Petroglifos es el título del nuevo poemario del escritor y poeta barcelonés Luis Vea. Veintidós poemas agrupados en cuatro apartados ("Volcán", "Latente", "Alma de batracio" y "Petroglifos") en los que se respira la esencia de las Islas Canarias.

Poemas breves, con una exquisita concreción de trazo, de pincelada precisa. Un minimalismo formal forjado a través de la materia prima que nace en las Islas Canarias: lava, ceniza, piedras, agua, arena. 

Este es un libro de paisajes internos que se miran en ese espejo que es la orografía de las islas. Una vez más este poeta nos viene a confirmar que una de sus grandes cualidades es su capacidad para unir el paisaje y las sensaciones convirtiéndolos en un todo. El paisaje, al principio del poemario más descriptivo, deviene esencial a medida que avanzamos en la lectura.

Petroglifos es también un libro de contraposiciones. El volcán es la calma pero también la furia. Las islas son la libertad pero también el confinamiento. La relación del poeta con el archipiélago canario, forjada a través de numerosas estancias en las islas, se hace presente en todo momento.

Vea conoce muy bien el lugar del que nos está hablando y eso se nota no solamente en lo que nos muestra sino en el lenguaje con el que lo hace. Así viajamos por un texto en el que abundan los jameos, médanos, fumarolas, perenquenes y el picón. 
El paso del tiempo es un tema presente en toda la obra de este autor en especial en su poemario Hachazo de metrónomo (2011). Viendo la extensión de la obra el lector no puede por más que preguntarse cómo se puede decir tanto en tan poco.

 María Dolores García Pastor



http://latormentaenunvaso.blogspot.com.es/2014/07/petroglifos-luis-vea.html

martes, 1 de julio de 2014

TEXTO DE ÁNGELES JURADO EN LA PRESENTACIÓN DE PETROGLIFOS

Buenas tardes a todos y a todas.

Por si no nos conocemos, me llamo Ángeles Jurado, soy periodista y escritora en sequía creativa. Cuando tenía vida literaria disfrutaba al escribir relatos cortos y microrrelatos. Me trabé al tercer capítulo de una novela y siempre deseé secretamente tener la capacidad de poder escribir poesía.

Es un honor, un privilegio, una alegría estar esta noche en esta mesa con Ramón y, sobre todo, con Luis. Teníamos una cita pendiente desde hace tiempo y hoy, por fin, nos encontramos fuera de las redes sociales, en carne y sangre, rodeados de libros, cerca del mar. Las epístolas breves a caballo de facebook y los cruces de libros por correos nos han llevado hasta este momento, a esta noche destemplada y ventolerienta, tapada por el nublerío, en una de las zonas de mi ciudad que más me gustan. Y me llena de orgullo y satisfacción que me guardara un huequito al lado para la ocasión, que me insistiera aunque yo le pusiera peros, que me enviara el libro justo antes de coger un avión y todo fueran facilidades y cariños.

Primero que nada tengo que disculparme y avisarles de que acabo de llegar de Madrid, de un curso intensivo de dos días que no tiene que ver con literatura ni con Luis ni con Petroglifos. Y llego arrastrando un cansancio que me lastra la lengua y hasta los pensamientos. Por eso quise poner algunas líneas por escrito entre aviones y obligaciones de la vida diaria, y me prometí esforzarme en leer despacito y no dejar, como siempre, el momento abandonado a la improvisación.  No me gustaría romperle a Luis la confianza.

Aviso también de que normalmente me aturulla el sentarme ante público. Más ante un público como el aquí presente esta noche, aunque hay amigos, escritores, gente a la que admiro y a la que quiero, empezando por el propio Luis aquí a mi vera. Preciso que, en estos casos, mi defensa es la brevedad y advierto que pienso escudarme en ella con el fervor de siempre. Estamos aquí para escuchar a Luis, también a Ramón, también a ustedes. Yo me conformo con calentarme dulcemente con el fuego amable de sus palabras.


Confieso que le puse reparos a Luis cuando me propuso acompañarle. Por el pánico escénico, por un mes un poco agitado, por no querer decepcionarle.  Insistió con tanta dulzura que tuve que decirle que sí pero advirtiéndole primero que la poesía no es lo mío.

Me estrené, como muchos, con Bécquer y los románticos españoles en las clases de literatura del colegio y el instituto. Adoré las oscuras golondrinas en sus nidos y la poesía en los ojos azules de alguna mujer con corsé y botines. Después llegaron Neruda y sus desnudeces simples como anillos. Mucho más tarde, Safo, Ajmatova, Bretch, Rimbaud, Lezcano, Mayakovsky, Cavafis, Inma Luna, Miguel Hernández, Dolores Campos-Herrero o los haikus. 

No comprendo la delicada arquitectura de un poema, la densidad que se condensa en unas pocas simples palabras elegidas con mimo y engarzadas de manera perfecta. Estudié sus ritmos, medidas y secretos en clase y hasta los perpetré en esa misma clase, sufriendo, lo reconozco. Siempre me supe poco sutil entre los versos, patosa y muy cursi. Enredada en un poema me veía adolescente y burda.
Por todo eso, por mi falta de cultura poética y la dificultad que percibo a la hora de poder escribir un poema digno, que tenga la sensibilidad justa y que le toque el alma a alguien, admiro profundamente el trabajo de Luis.
Sus libros, desde mi sensibilidad poética casi sin trabajar y mis pocos conocimientos en la materia, me parecen joyas. No las recargadas de nuevo rico ostentoso, escondidas tras un cristal en la Torre de Londres para que las admires de lejos y les saques fotos.

Los libros de Luis me parecen más bien joyas simples y cálidas, como los anillos de Neruda. Simples de desnudo femenino. Simples de petroglifo, de simple línea que gira sobre una piedra en un gesto universal y simple que condensa mil conocimientos e historias. Simple de una simpleza aparente, porque lograr la economía perfecta de líneas, la palabra adecuada, el punto y la coma mejor situados, la brevedad que te deja con ganas y te llena a un tiempo… eso se convierte, para mí, en el reto absoluto de un escritor. En la simplicidad no hay trampas. No queda nada oculto. Y Luis escribe simple.

Los petroglifos de Luis son aparentemente sencillos, muy breves, pero gozosamente plenos. Como pildoritas mágicas que te colman el alma, desde lo diminuto. Como el callao chico que se lanza a la superficie del tanque manso y que lo llena de círculos en expansión que se entrelazando, ondulando el agua. Como el volador chiquito que estalla en el cielo para convertirse en una palmera de fuego.

En los Petroglifos de Luis habitan palabras que me encandilan y reconozco… Jameo, médano, jable. Paisajes en los que he crecido, que llevo  impresos en las retinas y siguen allí cuando caen sobre ellas los párpados. Nombres que me llenan la boca, como Timanfaya o Fariones. Aguas vivas, olores a seba, colores de arena, sonidos de caracola y olas.   

En Luis veo el mundo al que pertenezco.

En su melancolía, en la queja por el tiempo que vuela a lomos de la vida, en las imágenes que traza con pocas palabras, en los colores, olores, sonidos.

Leí Petroglifos en un avión que me alejaba de Canarias, intentando demorarme en cada poema y alargar el gozo breve pero intenso de sus páginas. Imaginé que desde el libro partía un hilo invisible a mis costillas. Y desde mis huesos a la tierra de la que salía. Como un gancho que me prendía a lo que dejaba atrás.


 Lo cierto es que en Luis no descubro una mirada extranjera sobre mis circunstancias y mi mundo. En Luis me veo.  

lunes, 30 de junio de 2014

AGUSTÍN CALVO GALÁN RESEÑA PETROGLIFOS.





El último libro del poeta barcelonés Luis Vea, Petroglifos (Baile del Sol, 2014), es un viaje al encuentro de lo ancestral, del lenguaje de raíz, que nos permite agarrarnos a lo auténtico, a lo que perdura en medio del desmoronamiento que nos rodea actualmente. También nos habla del instante de la escritura en el transcurrir de la vida para aferrarnos a todo lo que amamos. Petroglifos es la búsqueda de lo humanamente propio: cuando las identidades y las fronteras no nos definen como personas, debemos aferrarnos a las convicciones y a la intimidad personal como sana superación de cualquier alienación atávica.



Tu vida es tu lugar.

(Pág, 28)



Así, la isla -las islas-, como metáfora del individuo, permite a Luis Vea dibujar el paisaje como retrato, como expresión de lo que subyace, pero también como naturaleza viva y cambiante. Petroglifos es poesía que se ha labrado en la piedra más dura para perdurar y para que fertilice su interpretación, y que convierte el lenguaje en fascinante singladura.




http://proyectodesvelos.blogspot.com.es/2014/06/petroglifos-de-luis-vea.html

lunes, 23 de junio de 2014

PONENTES EN LA PRESENTACIÓN DE LAS PALMAS


Ángeles Jurado:

Estudió Ciencias de la Información, rama de Periodismo, en la Universidad Complutense de Madrid. Amplió estudios en Suecia e Irlanda antes de volver a instalarse en Canarias. Ha publicado Síndromes de Estocolmo, una recopilación de columnas que aparecían en el suplemento semanal La Otra Mirada en La Tribuna de Canarias; otra compilación de columnas periodísticas, que escribió mientras trabajaba en el periódico Canarias7 y que se titularon genéricamente Salvapantallas; una colección de microrrelatos denominada Cambio de rumbo y otras historias pigmeas y un volumen de relato breve, Breviario de lametones, mordiscos y besos. También ha participado en varias colecciones de relato breve y microrrelato (Orillas ajenas, Hilvanes, Rojo sobre negro, Generación XXI, A contrarreloj, Mujeres cuentistas, Ecos 2: el ojo narrativo, Antología del microrrelato en Canarias, Doble o nada) y ha recibido varios premios por textos cortos. Ha publicado los blogs Cartas a Sinaja y Sinaja tiene quien le escriba. Actualmente trabaja en el equipo de comunicación de Casa África y colabora con medios especializados como el blog África no es un país, Afribuku o Mundo Negro.


Ramón Betancor:

Ramón Betancor (Santa Cruz de La Palma, 1972), se define a sí mismo como “periodista para poder vivir y escritor para evitar la muerte”. Se dio a conocer con su primera novela, Caídos del Suelo, tras darle vida al protagonista de la obra, Mario Rojas, en distintas redes sociales como si de una persona real se tratase. 
En los últimos 18 años ha trabajado para diferentes medios y agencias de comunicación tanto de Canarias, como de ámbito nacional o internacional. Actualmente reside en Gran Canaria y desempeña funciones de Editor Jefe de Informativos en Televisión Canaria. 
En 2010 comienza a escribir su primera novela, Caídos del Suelo, un tomo de casi 500 páginas que es también el primer volumen de la trilogía El Reino de Los Suelos, una obra de ficción e intriga que completan los libros Colgados del Suelo y Camino del Suelo. En 2013, cuando finaliza la segunda entrega de dicha trilogía y comienza a escribir la última parte, decide darle notoriedad al personaje del libro, creándole una vida virtual con currículo, perfiles en redes sociales y un blog en el que pone su vida a la venta en Internet. Un hecho que despertó la curiosidad de lectores en todo el planeta, así como de medios de comunicación de todo el país. Tras esa experiencia y cuando se desveló que Mario Rojas no era real, Ramón Betancor decidió subir el manuscrito a Amazon, convirtiéndose en uno de los libros más descargados de ese portal
durante sus primeras semanas a la venta. Fue entonces cuando comenzaron a llegar ofertas de varias editoriales interesándose por la obra. Finalmente, Ramón Betancor firmó un contrato con Baile del Sol, que publicó Caídos del Suelo en octubre de ese mismo año.


martes, 17 de junio de 2014

lunes, 16 de junio de 2014

PONENTE PARA LA PRESENTACIÓN EN SANTA CRUZ DE TENERIFE



Antonio Jiménez Paz (Islas Canarias, 1961). Licenciado en Filosofía y Experto Universitario en Planificación y Gestión Cultural.

Poemarios:
Los ciclos de la piel (Madrid, Ediciones La Palma, 1992), Tratado de ornitología (SC Tenerife, La Calle de la Costa, 1994; 2ª Ed. Baile del Sol,2013), Diario de la distancia (Madrid, Huerga & Fierro, 1996), Casi todo es mío (S/C Tenerife, Artemisa Ediciones, 2005; 2ª Ed. Baile del Sol, 2008). 

Antologías: Tren de vida [1992-2002] (S/C Tenerife, Baile del Sol, 2003), Zoo sin fauna (México, Cuadernos Amerhispanos, 2009; 2ª Ed. España, 23 Escalones, 2010).

Otros: la antología ensayística Una temporada en el centro. Panorama actual de la poesía en Costa Rica, 1980-2013, (Amargord Ediciones, 2013)

Su obra ha sido recogida en antologías diversas y revistas especializadas en poesía. Escribe reseñas y ha prologado libros de otros autores, participado en festivales internacionales, congreso y debates literarios. Tiene en su haber algunos premios. Como periodista ha publicado infinidad de entrevistas, tanto en prensa como en suplementos literarios, a personajes relacionados con la cultura. Por fascinación y seducción literarias se ha dedicado al estudio e investigación sobre otros autores como Félix Francisco Casanova (S/C Tenerife, 1956-1976) o Antidio Cabal (Gran Canaria, 1925 / Costa Rica, 2012), encargándose de la edición de la obra completa de este último en España.


lunes, 9 de junio de 2014

VIRGINIA SEGUÍ RESEÑA PETROGLIFOS

Presentación en Madrid del poemario de Luis Vea: Petroglifos. Por Virginia Seguí




El viernes seis asistí a la presentación en Madrid de Petroglifos, último poemario del escritor y periodista catalán Luis Vea; publicado por la editorial canaria Baile del Sol.  El acto tuvo lugar en La Casa del Libro de la madrileña calle Goya, donde me acerqué para conocer más detalles sobre él; corriendo su presentación a cargo de Alena Collar y Rubén Romero Sánchez; debo decir que este poemario me había atrapado ya antes  de su lectura; con solo la visualización de su portada en la que la imagen laberíntica de un petroglifo gris metalizado destaca inmerso sobre un fondo amarillo anaranjado; haciéndonos retroceder en el tiempo e intuir experiencias que aun siéndonos ajenas y estando, por ello, menos presentes en nosotros, podemos imaginar; adelantándonos así muchos de los significados de los poemas de Luis Vea.  

Tras las presentaciones de rigor Rubén Romero Sánchez leyó un texto con su opinión, impresiones y crítica del libro; este texto lo podrán escuchar visualizando el video que próximamente se incluirá en este reportaje. Alena Collar, sin embargo, optó por una presentación menos convencional iniciando su intervención con una batería de preguntas al autor; en las que al tiempo que exponía su propia opinión e impresión sobre la obra, le interrogaba para que él mismo expusiera, a los asistentes al acto, la gestación e intencionalidad de sus textos.  

Durante este coloquio y al hilo de las intervenciones, fue intercalándose, por parte de presentadores y autor, la lectura de poemas con los que cada uno de ellos ilustraba sus opiniones respecto a los diferentes temas presentes en el libro; proximamente se incluirá un video de este coloquio para que todos Vds. puedan asistir, aunque sea en diferido, a esta presentación; conociendo así más detalles sobre la obra.


Hoy, tras la lectura del libro, puedo decir que el poemario de Luis Vea me ha gustado; en mi opinión es interesante ver cómo en él, el autor, además de hacer un ejercicio de buena composición poética,  trasciende su propia realidad universalizando impresiones, sensaciones y sentimientos que siempre remiten a la idea, por otro lado consustancial al género humano, de la intemporalidad de las cosas y el eterno retorno; eterna paradoja de la atemporalidad del tiempo.

El autor, al hablar de la gestación de su obra señaló la evolución que en él está presente y que el lector, sin duda, advierte a medida que avanza en su lectura; algo  evidente por lo que podríamos denominar su progresiva esqueletización del lenguaje como del planteamiento de su discurso; buscando siempre la esencialidad y literalidad de los textos y de las ideas que en él expone; de manea que pese a ser recurrente en algunas de sus temáticas; es también consecuente con las diferentes épocas de la vida en que su autor escribió sus poemas.

Si bien el paisaje es siempre una constante en ellos en sus inicios es un tema más descriptivo, para ir trastocándose en esencial; siendo cada vez más patente la trasmutación de unas iniciales impresiones físicas en unas impresiones psíquicas o espirituales consustanciales a la condición humana; y al igual que las imágenes petrificadas de esos incipientes y univiarios laberintos petroglifos nos remiten a ancestrales representaciones del cosmos y/o a tortuosos caminos por los que el alma debe transitar en su búsqueda de la inmortalidad, remolinos de agua en  los que en ocasiones nos sumergimos con peligro de perder la vida en ellos ya sea esta idea metafórica o real y, sobre todo, a esos los vientres femeninos en los que se genera la vida humana de los que todos hemos formado parte antes de convertirnos en lo que ahora somos los textos nos van dando distintas pautas para que reflexionemos sobre nuestra propia vida y cuestiones esenciales y comunes al resto del género humano.

La fuerza del paisaje canario, primera fuente de inspiración del poeta, y la insularidad, consustanciales a la idea y a la realidad de las islas afortunadas fortalecen y enfatizan también su intención; a la vez que apoyan muchas de sus premisas; reiterando e incluso resaltando las ideas claustrofóbicas y de encerramiento que los textos en sí mismos expresan; además de patentizar la insignificancia del hombre ante las fuerzas de la Naturaleza idea, también, muy presente en esta obra de Luis Vea.

En el poemario destaca la carga expresiva del rico e, incluso podríamos decir, especializado lenguaje empleado por el autor; que se convierte en uno de sus grandes atractivos conjugando en sus textos dos de sus constantes básicas: su pesimismo existencial frente a la potencia vital del paisaje por el que el autor se siente fascinado.


Esta crónica no tiene más pretensiones que dejar constancia de la presentación del nuevo libro de Luis Vea en Madrid, y la firme intencionalidad de animarles a comprar este poemario que ha titulado:Petroglifos; pues, como ya he dicho, pienso que merece la pena leer estos poemas en los que, Luis Vea, comparte con nosotros sus impresiones y sentimientos permitiéndonos integrarlos y enriquecer con ellos los nuestros al incorporarlos a nuestro propio bagaje vital y cultural; y, además, como dice Rubén Romero Sánchez hoy día los libros de poesía son escasos y los de buena poesía, si cabe, lo son todavía más; por ello no debemos perder esta oportunidad de deleitarnos con este excelente poemario de Luis Vea; que espero no tarden en disfrutar; mientras tanto y como avance; ahí tienen esta crónica de su presentación en Madrid en la que me permito, además,  incluir mi opinión sobre él.

http://alenarterevista.wordpress.com/2014/06/08/presentacion-en-madrid-del-poemario-de-luis-vea-petroglifos-por-virginia-segui/

domingo, 1 de junio de 2014

LUGARES





Lugares que devienen


fragmentos de eco,

piezas de una realidad 

acometida.





Míticas voces,

trazos informes,

recuerdos de siglos atrás,

de nosotros.


Petroglifos, Luis Vea, Ed. Baile del sol, 2014.


PRESENTACIÓN EN MADRID



¡Amigos que es en junio!

martes, 27 de mayo de 2014

PONENTES PARA LA PRESENTACIÓN EN MADRID

El próximo día 6 de junio presentaremos en Madrid Petroglifos. Será en la Casa del Libro, c/Alcalá 96 a las 19.00 horas. Estaré acompañado de Alena Collar y Rubén Romero Sánchez. 
Dejo aquí sus currículums:







Alena Collar. Nació en 1960 en Madrid.
Periodista. Profesora jubilada de Lengua y literatura castellana.
Directora de Alenarte Revista cultural y artística (formato digital).
Es autora de tres libros.
                          
La Casa de Alena (Alternativa Editorial Galicia 2003)
Teatrerías (Alternativa Editorial 2005)
Estampaciones  (editorial Policarbonados, Madrid 2009, hoy Talentura).

En próximas fechas saldrá a librerías su novela El Chico de la chaqueta roja( Baile del Sol 2014).



Rubén Romero Sánchez (Madrid, 1978) es licenciado en Humanidades (2000) y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (2002), y ha realizado cursos de Doctorado en Literatura Española. Ha publicado los poemarios La Luna lleva tu nombre tatuado (2001), Lo que importa (plaquette, 2002), El mal hombre (2012) y Cuando los dioses no existían (plaquette, 2013), y ha sido recogido en diversas antologías de poesía y narrativa, como Vigilia Poética, del Centro de Poesía José Hierro (2003), Breviario de Relatos (2006), Antología del beso (2009), Ida y vuelta (2011)  Voces del Extremo (2013) o Antología de poesía Netwriters (2014). Ha participado asimismo en el libro colectivo Vivir el cine: 120 películas que no podrás olvidar (2013), ha dirigido la sección de cine de la web cultural Culturamas, y ha sido presentador de las tertulias de cine de Periodista Digital TV. Escribe, además, en diversos periódicos y revistas sobre literatura, cine y ópera.
Ha presentado numerosos actos culturales e impartido conferencias en la Academia de Cine, el Ateneo de Madrid, la Asociación de Escritores Españoles y diversas universidades. Forma parte del proyecto editorial Ártese quien pueda Ediciones. Su obra ha sido traducida al árabe, ruso y portugués.